EL ÁRBOL SOLO
Miguel Casado
"Hablar
del mundo es proponer un mundo": con estas palabras se abre
Poesía
y poder,
el volumen en que el colectivo crítico Alicia
bajo Cero reúne
sus análisis ideológicos de la poesía española contemporánea.
Partícipe del grupo, Enrique Falcón ha orientado siempre en ese
sentido su escritura: hablar de lo que ocurre, salir de los ghettos
poéticos;
"¿por qué el
hambre no
es una recurrencia al menos temática en nuestras literaturas, cuando
es la única recurrencia existencial de tantos millones de hombres?",
se preguntaba en un ensayo, y así refiere el título de su libro a
la migración masiva hacia "los países ricos del Norte".
La cifra de los 150.000.000
actúa
como motivo reiterado para la denuncia: no sólo es esta "mítica
Gran Marcha", sino también, por ejemplo, el número de niños
que muere cada diez años a causa de la miseria, o la cantidad media,
en dólares, que los países del Sur devuelven anualmente por su
deuda externa. La Marcha
se
ofrece una y otra vez, en variadas metamorfosis, como la única trama
argumental del libro, la que aúna su indignación por el injusto
reparto del mundo, su testimonio de un extenso sufrimiento, su
esperanza.
Pero
el título toma otra lectura del verso de Maiacovski del que procede:
"150.000.000 es el nombre del autor de este poema" 1.
El rechazo de la propiedad privada del texto, del individuo como su
raíz, no remite tanto al debate de la filosofía contemporánea
sobre el sujeto, aunque lo tenga en cuenta, como a una postura
política. Maiacovski seguía diciendo: "150.000.000 hablan por
mis labios. / Este labio se acaba de imprimir, / por millones de
pasos / en la rotativa adoquinada de las plazas" –voz del
andar, de la multitud insurrecta: fundir la palabra y la acción,
hacer violencia sobre las estructuras textuales establecidas.
"Le
ha devuelto la palabra al grito" –describe Antonio Méndez
Rubio–, y de ese modo toda esta escritura pretende, tanto o más
que ser leída, alguna clase de oralidad que le permita el encuentro
incluso con los que no leen. El poema tiene un impulso hímnico y esa
elevación tonal
va
tejiendo las hablas épicas, sentimentales o analíticas que se
entrecruzan: toda la lógica del conjunto tiende, como a un imán, a
la lectura en voz alta, enhebra sonoridades y recurrencias emotivas
que encuentran cuerpo en la entonación de la voz. Es notable este
logro: según la creencia común, parecería que sólo un verso de
ritmo sencillo, apoyado en la rima u otras muletas similares, se
presta a tal resultado; Falcón consigue que las tensiones de la
poesía contemporánea, sus rupturas, sus ritmos asimétricos y
libres, sus saltos y su falta de ley previa, cuajen en la voz, se
vuelvan canto.
Lo
político
no
es entonces el mensaje,
un
plano separado de ideas, sino el modo en que se concibe y articula el
conjunto del trabajo textual.
El
ensayo antes citado, donde se pedían palabras acerca del hambre, se
titula Las
prácticas literarias del conflicto,
y esta clase de práctica
orienta
La
marcha de 150.000.000. Junto
a la dialéctica entre escritura y habla, hay otro conflicto decisivo
que las propias páginas físicamente muestran: el texto se compone
de un cuerpo en verso y de unas notas en prosa, situadas en columnas
al margen; en las notas hay referencias informativas de carácter
periodístico y político, fragmentos de ensayo, menciones de autores
–Marx o Mao, Bakunin o Kropotkin, Isaías o los evangelistas–
cuyas frases se integran en crudo dentro del poema. La lectura
simultánea rompe los presuntos límites del lenguaje poético y lo
establece como zona de cruce, choque de hablas que se critican y
comentan entre sí; los símbolos de origen bíblico o nerudiano se
engranan en la lluvia de cifras de los economistas, la palabra
sentimental se yuxtapone al vulgarismo o la transgresión
morfológica, al topónimo de una región perdida en el mapa y
marcada por la sangre. Abril
ya
no es el mes más
cruel sólo
por la resonancia de Eliot, también lo es por la fría lista de los
asesinatos políticos que lo atraviesan.
Texto
en proceso permanente de escritura, como si eludiera fijarse en
libro, La
marcha de 150.000.000, que
ya
había tenido antes una publicación mutilada, entrega ahora sólo
dos capítulos, declarándose aún abierto. La apertura y la
contradicción nutren su energía: luchando contra el
individuo-autor, lucha también, sin embargo, porque no pierdan su
individualidad los miembros de aquella masa desheredada, por decir
sus nombres propios, por no disolver en la amplitud del sufrimiento
la fraternidad, los contornos corporales de la vida, la soledad. Su
condición es híbrida, mezcla de pulsiones diferentes, como la
imagen del árbol
solo junto
al que se convocan los modernos nómadas: mito medieval de una vida
distinta y remota, y también viejo símbolo cristiano de la cruz; la
síntesis del cristianismo y el comunismo libertario conforma el
pensamiento del libro en la línea de una teología
de la liberación. Así,
quien habla se atribuye estas frases de la primera Epístola
a los Corintios:
"loco para los sabios, escándalo para los piadosos, molesto
para el poder".
Miguel
Casado
[Noviembre de 1998]
1
Vladimir Maiacovski, “150.000.000”. En:
Antología poética. Traducción
de Lila Guerrero. Buenos Aires, Losada, 1970 (versión levemente
retocada).